domingo, 10 de febrero de 2013

Cúcuta: "Quién se ha llevado mi queso"



 Adentrándome en la historia de Cúcuta gracias a un excelente proyecto que estamos desarrollando me he encontrado con quizá uno de los puntos de quiebre que originaron la actual situación económica y social de no solo la ciudad sino del departamento Norte de Santander, así y buscando e intentando dar respuesta a una pregunta que no me cabía en la cabeza por fin pude encontrar la luz, aunque los intelectuales y académicos encontraron esta misma respuesta hace rato a mí me gusta encontrar mis propias respuestas ayudados por ellos.

No vamos a hablar de momentos históricos con fecha y hora puntual para que el lector apenas vea una fecha cambie de URL inmediatamente, la idea tampoco es aprendernos estrictamente la historia cucuteña de forma cronológica,  lo que sí pretende es que que entendamos un poco como esta historia sí nos sirve para analizar nuestro presente y delinear el futuro por si vamos en el camino correcto o no, encontrar ese "punto de quiebre" nos dará luces.

Importantes empresarios de la época
Cúcuta luego del terremoto que acabó con este valle en 1875 demostró que no se dejaba atemorizar por estos sucesos y fue gracias a la unión que existía en aquella epocá que solo dos años después estaba erigida esta área nuevamente e inclusive con mas orden, mas empuje, mas inversión, mas desarollo y más de todo, aquello fue como borrón y cuenta nueva, tanto así que ésta ciudad gracias a su auge, su riqueza en minerales, su posición estratégica, la puesta en marcha del ferrocarril se convirtió en la más exportadora del país, tanto así que los extranjeros empezaron a llegar para instalar sus "casas comerciales" como se conocían en aquella época, enseñando a los lugareños la pulcritud y la responsabilidad de la palabra empeñada en los negocios como se hace en Alemania.

Se pudo sortear sucesos como la batalla entre conservadores y liberales la cual convirtió a la ciudad en una trinchera completa, luego la fiebre amarilla que cobró la vida de tres mil cucuteños de aquellos años, esto y muchas cosas pasaron pero el espíritu emprendedor pudo más.

Paulatinamente se fueron creando otras vías, a parte de las cucuteñas, que facilitaron el transporte hacia el interior y costas del país esto sumado a la caída del ferrocarril por culpa del automóvil hicieron que Cúcuta fuera perdiendo competitividad con las demás regiones; con la Segunda Guerra Mundial la relación comercial con nuestro primer cliente (Europa) se cortó de tajo por obvias razones, Cúcuta siguió aguantando.

Cúcuta se dedicó a vender los productos nacionales a otros países que aunque ya les vendía no era el principal, por ejemplo, Venezuela, paralelamente otras ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla, Calí gracias a un auge petrolero y llegada de una nueva tendencia para la época como lo era la INDUSTRIALIZACIÓN se dedicaron a producir, innovar y tecnificar sus procesos productivos y Cúcuta a venderlos, de allí el reconocimiento como "la vitrina de Colombia".

Uno de los productos que detonó todo el polo de desarrollo que era Cúcuta fue el café y que logró sobrevivir luego de la debacle económica que tranzaba la ciudad debido a que su precio internacional se cotizaba a los mejores precios representaba en aquella época la salvación productiva y comercial, con la baja competitividad debido a nuevas rutas y el contrabando terminaron con las esperanza y dejaron a la comunidad "colgada de la brocha" de lo contrario el "eje cafetero" fuera cucuteño, los ciudadanos siguieron de vendedores de Colombia.

Para reflexionar, la visión deslumbrante de aquel polo de desarrollo nos dejó miopes ante nuevas tendencias que se instalaban en el país, a nuevas corrientes que se gestaban, la falta de empuje por nuevas rutas comerciales bajaron la competitividad, la tradición de solo apuntar a la compra y venta nos dejó generaciones tras generaciones de vendedores, cosa que no es mala del todo pero sí cuando el 90% está volcado a esto y cuando se acaban los productos para vender es donde viene el problema... la vitrina está vacía...

Para reflexionar, entendiendo que somos hijos del comercio podemos ser mas conscientes que podemos empezar a se padres de productores, investigadores, innovadores, creadores, científicos e industriales para  lograr el polo de desarrollo que era antes esta ciudad.

Ahora 2013 que la frontera venezolana nos están arrebatando lo único que era nuestro (el comercio) estamos sumidos en la más profunda crisis económica y social de los últimos años, es la oportunidad para replantear todo lo que por mas de 70 años estamos haciendo, y como nunca es tarde es bueno hacer un alto en el camino y como lo dice el libro "quien se ha llevado mi queso" dejar de esperar a que llegue solo y salir a buscarlo y ese queso es la producción industrial e inclusive artesanal y preferiblemente con inversión interna o con alivios y créditos para el fomento de la misma, aunque para todo esto es necesario que los cucuteños seamos conscientes que debemos de dejar de esperar a que el venezolano vuelva, aunque siempre será bienvenido.

Las crisis sirven para ver el "vaso medio lleno" y en los nuevos pensamientos de emprendimiento las crisis son oportunidades, de esta forma es que se hace importante conocer el pasado para no cometer los mismos errores, la historia siempre nos va a indicar el camino.

A propósito de este tema los dirigencias políticas y gremiales se reunieron el pasado 9 de febrero para analizar esta situación y hacer frente a la crisis que atraviesa el departamento, las medidas aunque buenas en la teoría son permisivas con la gran inversión nacional e internacional que terminan afectando las arcas municipales debido a las propuestas de exenciones de impuestos que se traducen en inversión local (en teoría), es realmente necesario un desarrollo endógeno y no caer como siempre en que los demás resuelvan nuestros propios problemas y por allí es que debemos empezar.