miércoles, 16 de febrero de 2011

¿Cómo hacer de Cúcuta una ciudad competitiva?

Entre buscando un tema nuevo y revisando las noticias más recientes a nivel local, me encuentro con un titular que me emocionó y apresuradamente me puse a leer, para mi sorpresa inicial me encuentro con que su contenido solo tiene cinco párrafos, líneas de texto que no dejan de ser eso, un montón de caracteres del alfabeto de forma ordenada que son mas válidos para una noticia de menor trascendencia, el titular hacía referencia a ¿Cómo hacer de Cúcuta una ciudad competitiva? al leerlo a simple vista pensé encontrarme con una joya que posiblemente esbozaría un tratado que diera luces para toda la comunidad sobre una solución a la gran problemática que tiene a Cúcuta desde todos los puntos de vista.

Solo con plantearse esta pregunta amerita todo el respeto posible ya que toda la sociedad está esperando con ansias esta respuesta, que aunque todos la tenemos no la aplicamos. El desarrollo del contenido inicia con la propuesta de la Alcaldesa de implementar procesos de calidad para convertir a Cúcuta en una ciudad competitiva con las grandes del país, en esto estoy muy de acuerdo, aunque en la práctica me dolería que muchos funcionarios perdieran sus puestos por culpa de "los procesos de calidad".


Para hacer de Cúcuta una ciudad competitiva basta que casi el millón de habitantes se pongan la mano en el corazón y trabajen por ella no por uno mismo, como debe ser, no con el contrabando, la mal llamada "viveza" o viviendo del mal llamado "bobo", la evasión de impuestos, comprándole al vecino, falsificando, pagando miserias de salarios, robando las arcas del municipio con el escudo de "como todos roban yo robo" o colocando en cargos públicos al amigo del amigo que resulta después haciéndole la zancadilla y termina sin amigo y sin puesto.

 La verdadera competitividad se da desde el buen trabajo individual redundando en lo grupal, respetando el compañero de trabajo, de estudio, el vecino, el señor de la tienda, o a la señora que barre no echarle el carro encima o sonarle el pito en el oído para hacerla subir a la acera de un solo salto digno para el Circo del Sol, o simplemente darle el puesto a la mujer en la buseta.  
La verdadera competitividad no solo está en hacer macro rueda de negocios, ferias de calzado o ir a traer extranjeros para que nos compren, está en la inversión en educación gratuita para niños, jóvenes y adultos que la misma empresa privada invierta en la ciudad, que no se inauguren tomaderos que no contribuyen en nada, que se invierta en espacios culturales, en infraestructura que es lo que jalona la economía.

Estamos tan mal que en lo que más debemos invertir para la competitividad es lo que menos hacemos, y lo que nos hunde como sociedad es lo que más buscamos. Haciendo un paralelo con el cuerpo humano, cuando nos preparamos para una competencia física lo primero que hacemos es ejercitarnos, preparar nuestro cuerpo dándole lo más sano posible, descansando, visualizando la meta y programándonos mentalmente para alcanzarla,  todo esto para que cada órgano funcione lo mejor posible a la hora de la prueba.

El planteamiento de una Cúcuta competitiva no puede hacerse de una forma tan irresponsable, o por lo menos es lo que pienso.





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